Enero, post Semana Santa o septiembre… época de nuevos propósitos, te matriculas a
un gimnasio, el segundo mes ya casi no vas y el tercero sigues pagando la cuota aun sabiendo
que no vas a ir y cada mes te convences a ti mismo: “el lunes empiezo”. ¿A quién no le ha
sucedido alguna vez?
Hay muchos mitos e interpretaciones erróneas desde mi punto de vista, que quizás no
nos hemos planteado nunca acerca de cambiar hábitos en cuanto a actividad física y salud se
refiere. Por eso hoy quiero darte algunos truquillos para que te sea fácil adquirir estos hábitos
y lleves una vida “fitness”, aquí van:
- Para ti. Empezar a cambiar hábitos es algo tan sumamente importante que es una
decisión que debes de tomar para ti, es decir, no apuntarte al gimnasio porque tal
amiga se apunta y voy a ir con ella, porque el primer día que tu amiga falle ¿tú vas a ir?
Con esto no quiero decir que no vayas con alguien, sino que decidas lo que es mejor
para ti, la actividad que a ti te guste y que cambies porque tú has decidido cambiar y
ello no esté condicionado por nadie porque si no es muy probable que fracases ante el
primer impedimento. - Distancias, horarios y posibilidades. Te ayudará que el lugar en donde vayas a
practicar la actividad física – si es fuera de casa – esté cerca de casa, cerca del trabajo o
cerca de p. ej. las actividades de tus hijos. Elige también horarios que sean factibles
para ti en los que puedas tener constancia, es decir, si sabes que habitualmente
alargas tu jornada de trabajo y no terminas puntual, es muy probable que no puedas
ser constante y que falles a menudo. Una buena solución puede ser organizarte para ir
antes del trabajo o al mediodía antes de comer si tienes un break en el trabajo o bien
llevarte la bolsa preparada e ir directamente cuando termine tu jornada para evitar la
tentación de saltártelo si pasas por casa, je, je, je. - Ponte objetivos reales. Un error que he visto frecuentemente en mis años de
experiencia es que la gente empieza y va a ir a correr o al gimnasio “cada día” … Vamos
a ver, si pasas de 0 días de ejercicio a 3 por semana, ¡es ya mucho cambio! Porque si
te propones cada mañana, el primer día que estés muy cansado y no vayas, ya habrás
fracasado; el primer puente de vacaciones que tengas, también te servirá de excusa
para no cumplir y así la frustración y el abandono. Ponte un objetivo real que admita
cierto margen, mi consejo es que no pases de un extremo a otro. - Ponte objetivos asequibles a corto y a medio/largo plazo. A menudo queremos llegar
a la cima o conseguir algo sin dar importancia a los pequeños pasos que debemos de
dar en el camino. Para lograr p. ej. correr una media maratón si antes casi no has
corrido, pues, no vas a empezar directamente por los 21 km sino que dividirás la
preparación en pequeñas fases y te organizarás de manera progresiva. Del mismo
modo, el primer día no vas a ponerte 10 kg de peso en la barra si antes no has tocado
una pesa en tu vida y si no puedes ni hacer 1 repetición. Sé consciente del punto del
que partes y no te fustigues porque tu condición física ahora mismo esté a años luz de donde quieras estar. Pon la atención en el día a día y valora los pequeños éxitos que ello representa, así es como vas a llegar a tu meta.
- No todo son “pesas” o “cardio”. Aunque el entrenamiento de fuerza es
INDISPENSABLE, y más a medida que vamos cumpliendo años, ¿Qué te gusta hacer o
qué es lo que siempre quisiste probar? Adquiere hábitos como subir las escaleras en
lugar de coger el ascensor, ir en bici o patinete a los sitios, bajarte una parada antes
del metro, salir un día a correr o caminar, otros días ir al gym, probar todas las clases
que haya – déjate de vergüenza y de creencias que te limitan a probar cosas nuevas –
otro día echa un partido de pádel, baila, boxea, prueba el pole dance, ponte un vídeo
de YouTube de ejercicio en casa, juega al baloncesto con tus hijos, haz ballet si siempre
has querido, prueba el yoga, no sé, … Hay infinidad de posibilidades pero, sobre todo,
para mí la clave es diversión y diversidad. Prueba, descarta, acepta, atrévete y,
sobre todo, ¡disfruta de lo que hagas!
Felicidades, seguro que mientras leías ya has tomado tus primeras decisiones, así que
plásmalas en un papel o nota en tu móvil. ¡Empieza hoy, no mañana y disfruta de cada
momento!